12 junio 2009

VIGO 10 DE JUNIO DE 2009

Vigo 10 de junio de 2009
Conferenciante. Dr. Jaime Serra
Este conferenciante nos dio una charla sobre la importancia de la alimentación en las personas mayores.
Empieza diciendo que envejecer no es una enfermedad, es un proceso natural fisiológico. Cada persona envejece de forma distinta. Estamos pues, ante un cambio adaptativo que lo definen y caracterizan.
La comunicación con el entorno y las relaciones positivas y afectivas son elementos de afianzamiento en la vida del mayor.-
Las personas mayores no deben comer de forma distinta, necesitan hacer de 3 a 5 comidas diarias, comer bien es imprescindible para mantener una buena salud en cualquier etapa de la vida.
Siempre que sea posible, debería mantenerse una actividad física más activa, o incluso deportiva cuando sea posible, siempre adaptada a las posibilidades de cada uno. Existen diferentes sistemas y métodos que se ajustan a las demandas y posibilidades físicas de las personas mayores.
¿ Qué debemos comer al hacernos mayores ¿
Dice que la manera de alimentarse de las personas mayores, aunque deberá ser muy similar a la de los adultos más jóvenes, necesitará en muchos casos unas determinadas adaptaciones para conseguir un mejor rendimiento desde el punto de vista nutricional.
Siempre que sea posible comer de todo, si no es así se deberá buscar la máxima variedad. Comer proteínas, hidratos de carbono, verduras, legumbres, frutas, hortalizas, pan, arroz, moderar los azúcares y no preocuparse mucho porque esté un poco alto el colesterol. Vigilar el peso.
Cambios en la sensación de hambre.
La cantidad total de ingesta suele disminuir de manera progresiva con la edad, generalmente debido a una disminución de la sensación de hambre que comporta que se coma menos. Esto puede ocasionar que aparezca un patrón de ingestas irregulares que favorezcan una ingesta de nutrientes insuficiente (proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, etc.) con la correspondiente repercusión sobre el estado de salud.
Dice que con la edad, los mecanismos que informan sobre la sensación de sed se vuelven menos eficaces, lo cual comporta que, aunque el cuerpo necesite agua, las señales que informan de esta situación no lo hagan con la rapidez necesaria. Esto favorece que se pueda producir situaciones de deshidratación con una mayor facilidad que en edades más tempranas.
También dice que determinadas situaciones familiares, como son la viudedad, aislamiento social, etc. Predisponen a una malnutrición, ya que disminuye la motivación de la comida.
Por último mencionar la disminución de la actividad física regular, lo cual va estrechamente ligado a los requerimientos energéticos.
Al envejecer, solemos disminuir el tiempo dedicado a la actividad física. Es muy importante mantener un mínimo de actividad, fundamentalmente a través de las actividades cotidianas (pasear, ir a comprar, jugar a la petanca, etc.), ya que así se gasta un poco más de energía que ayuda a mantener el apetito, y a la persona activa socialmente, ya que, al salir para realizar dichas actividades, mantiene el contacto con el entorno.
Sin duda alguna, el llevar una alimentación equilibrada y variada durante los años del envejecimiento, contribuye no solo a un mejor mantenimiento de la salud sino también a que estos años discurran con mucho mejor calidad de vida.
Esto es a grandes rasgos los consejos que el Sr. Serra nos ha dado a los mayores, otra cosa es que nosotros le hagamos caso, cumplamos y nos esforcemos en hacer lo que nos dice.